Pedregal tiene tesoros inimaginables

Democracia: vivencias y tesoros únicos e inimaginables

Para muchos, el municipio Democracia solo es Pedregal, lo que se traduce en tradiciones, pueblo de bondades y en un lar de paz donde se detiene el tiempo. Pero a lo largo de sus parroquias Avaria, Pedregal, Piedra Grande, Agua Clara y Purureche se encuentran un cúmulo de tesoros escondidos, donde por medio de diferentes caminos se puede llegar a lugares auténticos, impresionantes y en perfecta convivencia con la naturaleza.

La Falcón Zulia tiene la señalización clara para indicar la vía hacia Pedregal, a unos 50 minutos saliendo de Coro. Desde allí comienza un camino bordeado de montañas y paisajes propios de la vegetación xerófila falconiana. La llegada a la capital de Democracia es el inicio de lo que podría ser un viaje increíble.

Se trata de turismo de aventura, visitando lugares donde solo la naturaleza posa su mano. En busca de las aguas termales hay muchas carreteras de distintos municipios para llegar hasta ellas. Sin embargo, un buen baquiano de la zona como lo es José Díaz Rodríguez nos guía por una de las rutas más seguras y cercanas. Se requiere preferiblemente de un vehículo tipo camioneta, no necesariamente rustico o 4X4. No se recomiendan los vehículos pequeños. Se debe llevar ropa fresca, usar protector solar y botas que ofrezcan estabilidad al caminar. También deben llevar una buena provisión de agua fresca y potable, jugos, alimentos y el infaltable traje de baño.

Se toma como referencia el estadio de Pedregal, siguiendo la carretera que conduce a Purureche. En el primer desvío a mano derecha se encuentra la carretera que lleva a la Cruz de Taratara, municipio Sucre, la cual está en perfectas condiciones a pesar de no ser asfaltada. En el caserío Las Veras convergen los municipios Sucre y Democracia. La verdadera vivencia y contacto con la magia de estas tierras se inicia con la llegada al Restaurante Las Veras, donde Guillermo Romero y su familia les espera para compartir la esencia de su idiosincrasia, de su forma de vivir y donde comenta orgulloso “aquí nuestra gente tiene una vida larga, la mayoría pasa de los 100 años y es que aquí no comemos otra cosa que no sea natural”. Don Guillermo Romero habla del mejor chivo asado del mundo, el cual se ofrece a los visitantes junto a lo que ha convertido en un famoso plato, la “longaniza de chivo”, acompañado de asaduras y quesos. Todo a base de chivo alimentado a sabana abierta. Aquí hay una piscina muy agradable.

 Continuando el recorrido es ineludible pasar a saludar a la familia Romero González, donde desde hace más de 20 años centenares de iguanas conviven en todos los rincones de esta casa y junto a las palomas torcazas muestran un espectáculo único de la fauna silvestre. Digno de admirar, ver y respetar. María Romero habla de la faena diaria en concordancia con la naturaleza por tradición y convicción, Ella refiere  que la gran cantidad de animales silvestres que viven junto a ellos se debe a que son protegidos por un código de ética establecido por ellos mismos donde se prohíbe la caza. Siguiendo esta vía y girando hacia piedra grande se llega directamente a las aguas termales de Pedregal. Transcurrido unos 40 minutos desde Las Veras a una velocidad promedio de 80 kilómetros.

Una especie de meseta con un aviso muy descuidado permite disernir que se ha llegado a las aguas termales. Nada llamativo a primera vista, pero a medida que se comienza a subir a la meseta cambia el panorama y más de una decena de pequeños manantiales nos invitan a disfrutar de aguas que manan de las profundidades de la tierra. Cada uno de ellos tienen diferentes diámetros y temperaturas. El olor a minerales es penetrante, principalmente el azufre, por lo que se dice que tiene propiedades medicinales incalculables. La exfoliación con la arcilla que brota no puede faltar.  Aquí nos encontramos a personas de diferentes lares. Miriannys Sangronis, proveniente de Coro dice que llegó a las aguas termales para buscar la sanación de la piel de su pequeña bebe, ya que el médico le recomendó ampliamente esta terapia.

Después de un baño único y con la sensación de querer volver se continúa hacia Piedra Grande. Se atraviesa el llamado “Paso de Coro” hasta llegar a las grandes montañas que guardan la magia de los cristales de cuarzo. Se debe preguntar por Teotiste Romero, quien es el guía de la zona hacia las minas de cuarzo. Para poder apreciar un verdadero espectáculo de luces y encantos de debe pernoctar en ellas. Para ello, quienes se atrevan a experimentar esta tentadora opción deben llevar consigo sus carpas y la expectativa de que quizás se consigan con mucho más de lo que esperan ver, ya que científicos de todas partes del mundo visitan constantemente estas montañas asegurando que son un centro de energía importante del planeta, por lo que no les es extraño la visita de OVNIS, lo que forma parte de la popularidad de la zona. Dicen que los cuarzos absorben las energías negativas de la gente y limpian su aura. Luego de las lluvias y en pleno sol,  las montañas brillas y deslumbran, ya que existe cuarzo a lo largo de toda la zona.

Para Euclides Palencia, habitante de Pedregal “toda esta experiencia es única, Democracia hay que vivirlo por dentro para creer en la fuerza de la naturaleza y en la grandeza de sus dones”. En esta tierra brotan flores de las siembras de sábila, los cardones están adornados de frutos y el cuarzo parece iluminar eternamente a sus habitantes.

Lourdes Díaz